CAMINANDO V
“Un fresco abrazo de agua la nombra para siempre ”, y sí, esos versos de Mastronardi pintan esa región tal cual es. Mi vieja mochila siguió viajando y del norte seco pasé al otro, verde y húmedo. Dejé un pueblo y me interné en el campo y mientras caminaba seguía en mi memoria el resto de los versos de “ Luz de provincia” . Me adentré por ese territorio que tan bien caracterizara Gerchunoff en “ Los gauchos judíos” , claro que muchas décadas después. En una encrucijada de caminos que presidía una enorme casa escuché gritos y enseguida vi venir al animal que enfiló directo a mi humanidad. Atrás aparecieron dos mujeres intentando atajar a la vaquillona, inmediatamente agité como aspa de molino mi mochila para detenerla; pero mi carrera de torero terminó allí, ya que un asta se enganchó en la correa de la mochila y volamos los dos. Afortunadamente la vaquilla giró y corrió en dirección a la casa. La mochila y el fracasado ...