Ir al contenido principal

Entradas

Destacado

DESFASADOS

  Es una injusticia vivir desfasados. Saber que una habilidad o un oficio por el cual uno pasa casi inadvertido en una época, en otra hubiese alcanzado gran celebridad. Cuando escribo esto pienso inmediatamente en mi abuelo Ángel, un eximio cocinero, un verdadero innovador, alguien que siempre estaba experimentando de qué manera sacarle un mejor partido a las recetas consagradas. Mi abuelo, como tantos, quizás igual que una tía tuya, adquirió renombre dentro de las paredes de su casa de comidas. Si mi abuelo hubiese estado hoy su prestigio sería diferente, considerado un “chef”, casi una personalidad relevante. Esto se debe al auge que ha tomado  el oficio de cocinar. Rodeado de un halo de sofisticación, elegancia y exclusividad la tarea de menear cacerolas y cremas aparece en la actualidad como un trampolín para alcanzar fama y bienestar, viajar por diversos sitios del planeta, publicar libros, tener programas de televisión y codearse con celebridades de diferentes estantes de la

Últimas entradas

DECISIONES

PISAdos

FIGURAS

ENFERMEDAD Y LITERATURA IV